Soy un exhibicionista.
Empezando por ahí, voy bien, reconocerse a uno mismo, saber
de qué pasta estás hecho, cuáles son tus vicios, donde están las puertas que
abrirán el caos de sensaciones que te llevan a sentirte vivo. Una de esas
puertas está ahí. Prometí que lo haría antes, lo sé, pero no he encontrado el
momento, o quizá más la inspiración. La perdí el día que cerré aquella otra
puerta que cerró todas las demás. Ahora abro mi ventana para ti. Tu eres el
aire fresco, eres la imaginación, la vida que entra a raudales como el sol en
las tardes de invierno, inundando con tu frescura cada poro de mi piel.
Necesito beber de esa fuente. Necesito de ti, quiero que desees, que imagines,
que como buena voyeur, excites tu mente con esas imágenes, y dejes que beba de
ellas. Correré el velo que separa tu imaginación de la realidad, y haré que
seas voyeur de verdad, que sea mi cuerpo el que imagines, que sea mi vicio el
que disfrutes.
Imagina, di, sé tú la guionista esta vez. ¿Quieres?.
Quiero exhibirme sólo para ti.
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