domingo, 5 de agosto de 2012

¿Otro final?



Hubiera querido que las cosas salieran de otra forma. Entiendo el dolor, entiendo la rabia. No entiendo la falta de paciencia, no entiendo la incomprensión. Pero parece que a estas alturas ya todo da igual, dos no pueden si uno no quiere, dice el dicho. Yo quiero, ella no. Es simple, claro, cristalino. ¿Es el final?.
Una nueva bajada que no se donde terminará, pero tampoco importa, realmente nada importa ya, está todo perdido. Ni oportunidades, ni nada de nada, ya no hay concesiones, no habrá esperas. Hay decisiones. Nada mas. Y dolor, mucho dolor. Quizá nunca me haya querido, quizá si hubiera de verdad algo dentro de ella hacia mi, intentaría comprender, intentaría entender, intentar... vacía palabra intentar. Ya no queda nada que intentar, comprensible que esté cansada de intentos. Otra vez, ya no importa. Lo doy por perdido. Me voy y volveré, nuevo, diferente, otro. En mi corazón no hay espacio para nadie, quedó tan encogido que solo cabe ella. Así es, así pienso que será, así siento que será. Pero no importa, la vida sigue, ella quiere seguir sin mi, comprensible, yo no quiero seguir sin ella, comprensible. Difícil dilema. Fácil solución. La solución siempre parece ser la opción más fácil y sencilla, y ella la ha encontrado.

No habrá más entradas. No habrá nada más. Mi terapia es desde ahora privada, mi vida es desde ahora mía. Duele, pero no importa, ya saldré de esta. Algún día.

Volveré,
te buscaré,
te encontraré,
entonces,
me postraré a tus pies,
te abriré mi corazón,
mirarás en tu corazón,
y tomarás tu decisión.

Te quiero.