Voy...
me acerco...
me desnudo...
me deshago de cualquier cosa que te impida verme,
desnudo mi cuerpo y mi mente.
Dejo que tu mirada recorra cada centímetro de mi piel,
cada milímetro de mi alma.
Alzo la cabeza y te miro,
Soy por ti,
soy lo que tu deseas.
Podrás atarme, pegarme, humillarme,
seré solo un objeto en tus manos.
Algo que usaras o dejaras según tu caprichoso antojo,
y, a pesar de ello,
jamás dejaras que me rodee la soledad.
Estas aquí.
Siempre estuviste y siempre estarás.
Sentada en tu viejo trono,
esperando mi voto, la entrega...
tu sueño.
Estoy aquí,
Antes estuve y después estaré.
A los pies de tu nuevo trono,
jurando mi voto, mi entrega...
tu sueño.
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